martes, 17 de julio de 2012

Hablo de mis nadas y tu futuro something


“Callarme, estallar, llorar. He roto mi pasividad. Ser melancólica es mi protesta, la huelga que soy capaz de hacer para independizar mi tristeza de la tristeza colectiva, para ganar que me rebajen el horario de angustia asalariada, pagada con el salario del deber. Como si con el deber se pudiera comprar, por ejemplo, azúcar o petróleo. Nací marcada por el deber transcendental. […] Debí ser fiel a todo lo que no me fue fiel. Por exceso o por defecto. […]Lloro porque hoy todo me sucede de sopetón, a mí que nunca me pasa nada, que siempre hago lo mismo: pedalear y pensar en las musarañas.”
La Nada Cotidiana- Zoé Valdés

Hay etapas en la vida que se consumen mientras ignoras que las expectativas se beneficiaron tu parte del trato. Al llegar el ocaso, te das cuenta de que llegó “9 Crimes” a la BSO de tu existencia; pues hay momentos que escuecen, querido Damien Rice:
“It’s the wrong kind of place/ To be thinking of you/ It’s the wrong time/For somebody new/ It’s a small crime. Y sobre todo “And I’ve got no excuse”.
Y todo, sobre no tener excusa. Arrinconé el recuerdo y le fui fiel, aunque no sirviera de Nada, aunque coleccionara esa Nada esclava día tras día. Y hoy se cayeron todos mis “cubiertos”, Damien Rice. It’s a small crime.

Nada es el sabor que te debería dejar en la garganta recordar un viejo amor (y no pasa). Nada es la ley de Murphy de la teoría de las expectativas personales (y su somebody new). Nada es la verdad no sospechada de lo que nos parece siempre, la ensayada palabra muda que no aparecerá en los diccionarios de culpa.
Porque las expectativas son las maestras de la mentira y la suerte de cumplirlas; el azar en la palma de tu vida.

“Bajé las escaleras, despacio. Sentía una viva emoción. Recordaba la terrible esperanza, el anhelo de vida con que las había subido por primera vez. Me marchaba ahora sin haber conocido nada de lo que confusamente esperaba: la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor. De la casa de la calle Aribau no me llevaba nada. Al menos, así creía yo entonces.”
Nada- Carmen Laforet
(...)

Moraleja: “Y termina con something”
Cuando era pequeña me leí “La Historia Interminable” de Michael Ende. En Fantasía le tenían un miedo terrible a la Nada, porque destruía su mundo sembrando el vacío y la desesperanza.
El vacío era una preocupación gorda, pero la desesperanza hacía a la persona fácil de controlar, y aquel que tuviera el control, tendría el Poder.

Que nunca nadie atesore tu desesperanza, por encima de la Nada, sigue escribiendo a "Something".


"La conocí el próximo verano mejor no decir su nombre, no sea que esté escuchando"
(Marwan e Ismael Serrano)